miércoles, 7 de enero de 2015

"Triunfadores de la vida" (Extracto)

Es curioso advertir que el triunfo en la vida sólo alcanza a pocas personas. Porque triunfar no significa consumir el valioso tesoro de la existencia sólo en acumular riquezas, bienes materiales y recibir, en ocasiones, el aplauso estentóreo de las multitudes, las mismas que a la primera caída arrasan con el que antes aclamaban. No. Triunfar significa desarrollar de preferencia al máximo la propia personalidad, ir descubriendo el inagotable contenido mental y espiritual de que cada cual está dotado. En una palabra, es ir día a día lográndose, sin desmedro para nadie, sin herir ni atropellar ni renegar de nada ni menos de otros seres. Es no sentirse jamás frustrado. No creer que únicamente en los premios, diplomas y distinciones está el triunfar. Es, finalmente, estar contento de vivir y sentirla en la constante y persistente sensación de estar realizándose y en la apreciación cierta de los verdaderos y eternos valores que dan dignidad y prestancia al hombre.
No se inquieten los jóvenes que desean un triunfo fácil y rápido, ya que ninguno real lo es. Vuelquen su inquietud en ideales superiores, distantes a veces como las estrellas, inalcanzables y quijotescos, pero que estimulan y superan sin que nunca desmerezcan en su magnificencia. Inspírense en ellos y en el logro de sus aspiraciones, en la realización de sus vidas, ilumínense en su luz superiora que les señalará, en cada instante, que sí están triunfando. Porque, como decíamos, el éxito hay que buscarlo dentro de nosotros y descubrirlo, para disfrutarlo, significa que vivimos realizándonos, mejorándonos en el cultivo de todas nuestras facultades, acercándonos en el tiempo a esa perfección casi divina a que tiene noble acceso el hombre como ser inteligente, racional y civilizado. ¡El éxito, el triunfo, está en vosotros, no lo dilapidéis frente al delirante bullicio de los aplausos y falsos honores que forjan siempre aparentes triunfadores!
Juan Dixon W. "La TERCERA de la Hora", 1977

sábado, 27 de diciembre de 2014

Un bache en el camino

El dolor ya se ha ido. Pero hubo muchas noches en que pensé que no lo haría. Más bien quería que no se fuera, porque en ese caso ¿qué quedaría? Admiro el hecho de que seamos capaces de sobreponernos a casi cualquier cosa, y quedarnos simplemente con vagos recuerdos de lo que un día fue una tormenta de emociones y sensaciones. Se supone que de toda experiencia debemos aprender algo, sobretodo las dolorosas, pero tengo la sensación de que sin las emociones acompañadas de esos recuerdos, nada puede evitar que eventualmente nos equivoquemos con lo mismo.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Soledad

Hay noches como esta, en las que me invade la soledad. Cuando estoy sin hacer nada, la mente divaga, y se siente el vacío en mi pecho... ese que nunca ha sido llenado, y siento ese temor irracional de que nunca lo hará. Entonces recuerdo lo que oí de un monje budista en una de sus visitas a Chile: Cuando estés rodeado de gente, cuida tu lengua; en cambio cuando estés solo, cuida tus pensamientos, controla tu mente, porque si no te torturarás pensando en errores del pasado, o futuros inciertos, y eso conduce irremediablemente a una actitud negativa. Sin embargo ese vacío no se va...puedo ignorarlo, pero me alcanza, me distraigo y me ataca...Soledad.

sábado, 6 de octubre de 2012

Ella es Mi Princesa

Ella aún no lo asimila, pero en el fondo sabe que es mi princesa...Acaso importa que no hallamos cruzado palabras, si cruzamos una de esas miradas (saben a lo que me refiero) en la que me reconocí en sus ojos y ella se reconoció en los míos. Puede que haya sido un instante, pero no se necesita nada más, es lo que llaman amor a primera vista. Desde entonces la llamo Mi Princesa. Desde entonces mi mente y mi corazón encontraron lo que les hacía falta. Desde entonces mi mundo no fue el mismo y mi camino se iluminó. Debo decir que creí, hasta ese día, que ese tipo de cosas era producto de la imaginación de románticos sin remedio, pero me convertí en uno de ellos, extraño. ¿Debo seguir contando ese momento mágico? Para que si no se puede decir nada más, a quienes les pasó me entenderán, y a quienes no, espero con el alma que les suceda, pues en ese momento su vida estará definida.
Mi princesa, me cuesta creer que para el resto de las personas no lo sea, ¡como no lo ven! Pero entonces me doy cuenta de lo afortunado que soy por tener  ese secreto para mi y para ella. Mi complemento perfecto, lo sé estoy plagado de lugares comunes, quien lo diría.
Mi princesa, soríe y yo puedo vivir y morir con ese sonido, esa luz que emite, la forma en que brillan sus ojos cuando lo hace.
Mi princesa, aún espera que la bese...Pero ¿Soy capaz de saborear el néctar de sus labio? No lo merezco. Pero el hecho de haberla encontrado me hace albergar esperanza, me hace esforzarme cada día más para ser lo que ella merece, Su Príncipe. Eso seré algún día para ella.



miércoles, 3 de octubre de 2012

4 pasos para no caer en el desánimo

En estos momentos hay mucha gente desanimada y confusa. En muchas ocasiones la realidad que vemos nos llega bien profundo. Nos dejamos invadir por lo que vemos negativo a nuestro alrededor y dejamos que ese desánimo entre en nosotros. Seamos conscientes o no, esto nos perjudica enormemente. Sí, la realidad es la que es, pero ¿te has parado a pensar en cómo te dejas atrapar por esas ideas y pensamientos externos y cómo eso disminuye tu capacidad de acción, concreción, y disfrute en tu vida? En este artículo te voy a dar unas claves para que estés más centrado y que el desánimo externo no te invada:

 1. Fíjate en lo que escuchas, lo que ves, y lo que hablas

 ¿Verdad que si tomas un alimento en mal estado tu salud física se resiente? Pues lo mismo aplica a la información que proporcionas a tu mente a diario. Si lo que escuchas, lo que ves, y lo que hablas es negativo y pesimista en su mayoría, date cuenta, y empieza a cambiarlo. No se trata de repente de verlo todo de color de rosa (que sería una fantasía), se trata de no quedarse enganchado en el pesimismo reinante, se trata de ver la realidad sin que esta realidad te pueda. La realidad es la que es pero que esto no te impida hacer, moverte y concretar. Si te dejas atrapar por el negativismo externo, poco a poco te irá desgastando: tu mente se ralentiza, tu cuerpo entra en un cansancio enorme, y notas que no tienes ganas de hacer nada. Si solo pones atención a lo negativo, tus recursos y capacidades mermarán. Date cuenta que también es una realidad los recursos, apoyos, y posibilidades de avance que en este momento tienes.

 2. Muévete, toma acción, concreta, actúa

 La acción y el movimiento te conectan con tus capacidades y recursos reales. La fuerza y bienestar corporal se reflejan actuando. Es importante que hagas cosas tanto en tu trabajo como en tu vida personal. Para potenciar el movimiento y la acción en tu vida haz algo de ejercicio físico a diario, te ayudará a descargar tensión y pensarás de manera más clara y precisa para actuar.  

3. Cierra temas. La importancia del principio y el fin.

Empezar y acabar las cosas que tienes entre manos es muy importante para nuestro relax mental y corporal. Cuando tenemos muchas cosas pendientes no podemos descansar. Nuestra mente se carga y nuestro cuerpo se llena de tensión. Las cosas sin concluir se convierten en pensamientos repetitivos que dan vueltas y vueltas en nuestras cabecitas y cargan de tensión nuestra espalda.

 4. Procura ser lo más claro y concreto posible

Hay mucha confusión externa. La confusión y la falta de claridad crean estados de tensión y malentendidos, procura ser claro y concreto al expresarte. Pide y di realmente lo que quieres, de esta manera verás las cosas con más claridad y eso te dará calma.

 Practicando estos 4 pasos, sera mas difícil que caigas en el desanimo.

Por Ana Molina

Extraído de: http://www.enplenitud.com/4-pasos-para-no-caer-en-el-desanimo.html